201307.08
Apagado
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Cada vez más trabajadores pagan el implacable impuesto a las ganancias

Omar Maturano tuvo que frenar en las últimas horas a sus maquinistas afiliados a La Fraternidad. Los trabajadores, que la semana pasada provocaron una tarde de caos por haber decidido no trabajar ante el retraso de 12 horas en el pago de los aguinaldos, comenzaron a recibir el pago de ese derecho laboral y al verificar el dinero depositado en sus cuentas comprendieron lo que cada vez más argentinos sufren: combinada la liquidación del primer aumento negociado en paritarias más el medio aguinaldo, el dinero que efectivamente cobraron en mano los maquinistas terminaba siendo mucho menor que lo que esperaban los operarios. Al punto que muchos creyeron ver la mano del Gobierno nacional pagando menos aguinaldo que el correspondiente, para provocarlos. No era así. Sucede que por primera vez en su historia, los motorman están todos plenamente alcanzados por el Impuesto a las Ganancias. La Fraternidad se suma al largo listado de unos 400.000 trabajadores nuevos que desde este año ingresaron en el tributo a la renta, por tener salarios por encima del mínimo no imponible. No son los únicos. Se registran casos de docentes, profesores universitarios, empleados públicos enfermeras, etc., que por el pago del aguinaldo más la liquidación de horas extras ya están alcanzados por el implacable impuesto y deben pagar Ganancias.
Sucede ahora que con la aplicación de los aumentos de paritarias 2013, hacia el segundo semestre, cuando la mayoría de los incrementos salariales estén ya operativos, unos 200.000 trabajadores tendrán que pagar el Impuesto a las Ganancias y otros 150.000 volvieron a estar alcanzados por el tributo. Esto sucede porque la mejora anunciada por el Gobierno en abril de este año de subir el mínimo en un 19% promedio es menor al promedio de alzas salariales del 24% que se aplicará este año cuando terminen los cronogramas de aplicación de los incrementos. Así, sectores como los camioneros, mineros, petroleros, bancarios, trabajadores de las terminales automotrices y operarios de grandes empresas metalúrgicas y siderúrgicas estarán ya todos alcanzados plenamente por el Impuesto a las Ganancias.
El pago de los aguinaldos empeoró la situación.
Pero además rubros como trabajadores de la alimentación, choferes de media y larga distancia, ferroviarios, plásticos, Luz y Fuerza, telefónicos y la mayoría de los operarios de los sectores industriales también estarán alcanzados por primera vez o volverán a tributar luego de haber percibido cierta mejora en los salarios luego de la suba del mínimo no imponible que comenzó a aplicarse en la liquidación de los salarios de mayo.
Prácticamente la mejora de ese mes dejará de tener influencia en la mayoría de los salarios de trabajadores más altos hacia fin de año, cuando los incrementos de sueldos negociados en las últimas paritarias ya estén aplicados. Incluso la situación será aún peor hacia marzo, cuando se hayan liquidado los premios de fin de año que algunos de los sindicatos más importantes negociaron para cerrar 2013. En el caso puntual de los camioneros de Hugo Moyano, incluso se estipuló en el acuerdo cerrado ayer que el «plus» que se tendrá que pagar en la liquidación de los salarios de diciembre próximo se debe a la presión que Ganancias tendrá en el salario de los choferes luego de la aplicación de los aumentos de paritarias.
Con los incrementos salariales, nuevamente el nivel de trabajadores que estarán alcanzados por el impuesto volverá a alcanzar a aproximadamente el 30% de los asalariados en blanco y que están dentro de los convenios colectivos de trabajo.
Según había calculado el Gobierno, hacia mayo el porcentaje de los «liberados» del impuesto llegaba al 82,5%, porcentaje que volverá a caer con la aplicación de las nuevas paritarias. En abril pasado el Ejecutivo había calculado que la pérdida de recaudación por haber llevado los nuevos mínimos no imponibles a 6.938,70 pesos para los solteros y 9.597,60 pesos para los casados con dos hijos llegaría a los $ 8.000 millones anuales. La cifra obviamente se acortará con los nuevos incrementos de sueldos.
Pero además habrá que tener en cuenta que el dinero liberado en su momento ayudó a que mejore el nivel de consumo interno, lo mismo que las alzas salariales que quedarán luego de la suba negociada en paritarias.
Es de esperar además que en los próximos meses el aumento en este tributo sea aún mayor, junto con Ganancias, obviamente. Siguiendo la lógica de los aumentos negociados en las últimas paritarias, y tomando el ejemplo de un trabajador que perciba mensualmente, sin cargas de familia, unos $10.000, si recibe un aumento de $ 2.500 (24% en las últimas negociaciones paritarias y similar a la inflación del año pasado) percibirá en la mano unos 1.840 pesos. El resto, $ 660, le será retenido por la empresa por Ganancias, con lo que más de una cuarta parte del aumento negociado terminará nuevamente en las arcas públicas.

Fuente: Ámbito Financiero (8/7/2013)