201310.07
Apagado
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Reclaman una ley para los prematuros

Por Mauricio Nolo Pedrat

Padres y enfermeros se concentraron ayer en el Congreso. El proyecto tiene media sanción y está frenado hace más de un año.

Madre e hija. Romina y su hija Danisa, de 5 años, que nació antes de tiempo y padece de hipoacusia./MARIO QUINTEROS

Madre e hija. Romina y su hija Danisa, de 5 años, que nació antes de tiempo y padece de hipoacusia./MARIO QUINTEROS

La reja de Congreso Nacional llena de colores. Globos y baberos con nombres, peso y semanas de gestación de bebés. Matracas y cornetas coronan la escena. No es una fiesta, sino más bien lo contrario: una protesta de profesionales de la salud y familiares de chicos nacidos tras embarazos de riesgo. Ocurrió ayer, cuando reclamaban la aprobación de la Ley del Programa de Seguimiento del Recién Nacido de Alto Riesgo. El proyecto ya cuenta con luz verde del Senado desde el 16 de mayo de 2012, y aún aguarda en la Comisión de Presupuesto su tratamiento en la Cámara de Diputados.
El reclamo se enmarcó en la Semana del Prematuro, que terminó ayer. Según UNICEF, en la Argentina creció el número de bebés que nacen antes de término: de 7,8% en el 2000 a 8,4% en 2011 (ver Falta control antes…).
Según Catalina Levan, enfermera desde hace 30 años del área de neonatología del Hospital Durand, “de diez prematuros, cuatro quedan con secuelas que podrían haber sido evitadas. Esto puede incluir ceguera, pérdida de la audición y problemas motores. Tratar esto de manera temprana puede garantizar una inserción normal en la sociedad”.
Un caso así es el de Danisa, de 5 años. Ella nació con 27 semanas de gestación y pesó 980 gramos debido a un pico de presión que sufrió Romina, su mamá. Los médicos descubrieron que padecía de hidrox fetal: una enfermedad causada por incompatibilidad entre el factor sanguíneo de la madre y el bebé, que hace que el cuerpo del recién nacido se llene de líquido. Ahora Danisa sufre de hipoacusia, lleva un audífono y la madre sigue luchando: “Tardé años en conseguir los pases para viajar gratis, la pensión, el certificado de discapacidad. Todo demora demasiado. Teniendo una ley uno sabe que tiene derechos, y no te pueden dilatar todo como lo hacen ahora”.
De aprobarse, la Ley de Prematuros podría resolver varios de estos problemas. “Un prematuro necesita intervenciones tempranas una vez dado de alta. Se trata de que las secuelas no se instalen como definitivas. Por eso no se puede esperar más. De esto depende la calidad de vida de miles de chicos”, explica Levan. El proyecto prevé garantizar el traslado, los insumos, la medicación y la leche de fórmula que muchos de estos bebés necesitan.
Uno de estos casos es el de Diana. A sus 25 años depende del Hospital Garrahan para conseguir los insumos que le permiten asistir a su hijo, nacido a las 33 semanas con 1,8 kilo. El bebé nació con taquicardia, alto riesgo de hermorragias cerebrales e inmadurez visual. Además, no tenía perforación rectal, por lo que debieron practicarle cirujías y una colostomía. El hospital le provee las bolsas colectoras, medicación y traslados mediante su área de acción social. “Me doy cuenta que hacen esfuerzos enormes que con la ley se facilitarían”.
La información y prevención también es un punto fuerte del proyecto. Con una detección temprana y tratamientos adecuados se puede lograr que el bebé permanezca más tiempo en el útero y evitar varias de las potenciales secuelas. Lorena de 36 años está embarazada de mellizas y ya sabe que nacerán prematuras, pero se siente indefensa: “Tengo muy poca información. Me hago los controles y hablo con el médico y todo, pero tengo mucha incertidumbre, intriga, desinformación y miedo. Es terrible”.

Fuente: texto y foto publicados por Clarín (7/10/13)