201401.16
Apagado
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La Justicia de EE.UU. falló contra el principio de no discriminación de contenidos en Internet

Hasta ahora, la Comisión Federal de Comunicaciones había frenado los intentos de las operadoras de asignar velocidades diferentes a los que ofrecen contenidos por la Web.

El Tribunal Federal de Apelaciones de Washington falló ayer a favor de la operadora de telefonía Verizon y en contra de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por su sigla en inglés), que no le permitía distinguir entre sus clientes para acelerar la entrega de contenidos de los que paguen más.

El fallo de la Justicia deroga las normas de neutralidad en la red impuestas por la FCC, que obliga a los proveedores de Internet a tratar por igual todo el tráfico online, sin preferencias para las empresas dispuestas a pagar más por un servicio más rápido (ni castigos para las que no lo paguen).

Con esta restricción levantada, los operadores podrían cobrar más a empresas con tráfico intenso como Netflix, YouTube y Amazon. El presidente de la FCC, Tom Wheeler, analizará ahora una posible apelación «para asegurarse de que las redes de las que depende Internet sean una plataforma libre y abierta».

El argumento de los operadores es que los principales usuarios de banda ancha deben compartir los costos que supone el envío de su contenido. Un primer problema que surge ante este argumento es que los proveedores de contenido con modelos de negocio no tan lucrativos como el de Google o Amazon, o con fines sociales y no económicos, podrían verse afectados por la incapacidad de pagar una tarifa extra para entregar su material.

Otro problema tan importante como el anterior es la posibilidad de censura que abriría el fin de la neutralidad en Internet. Hasta ahora, las reglas antidiscriminación de la FCC habían evitado que los proveedores de servicios de banda ancha dieran prioridad a un tipo de tráfico en perjuicio de otros. Si bien las operadoras insisten en que se trata de «acelerar» el envío de contenidos para los que pagan más, hay otra forma de verlo: la «ralentización» que sufrirán los que no pueden pagar tanto.

Por último, otorgar libertad a las operadoras para que varíen la velocidad de conexión en función de los contenidos les da una ventaja, de facto, en caso de que decidan pasar de meras transmisoras de datos a ofertantes de contenidos.

Fuente: texto publicado por IEco (15/01/2014)