201410.17
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A la espera de fallos clave, confirman Corte de cinco

El Gobierno cancela debate por ampliación, pero busca limitar a Lorenzetti.

Por: Milton Merlo

Julio Alak dio por terminado ayer, al menos para el Gobierno, el debate sobre la posibilidad de una nueva ampliación de la Corte Suprema de Justicia. El ministro se remitió a la ley actual y descartó modificaciones de cualquier tipo. Un gesto de distensión pero que internamente no aplaca la inquietud principal referida al poder que acumula Ricardo Lorenzetti con la nueva composición que sólo precisa de tres firmas para imponer mayorías. Estas percepciones están en alza porque la semana próxima la Corte comenzará a fallar sobre cuestiones sensibles que definirán su relación con el oficialismo de cara a fin de año.

Tal como contó este diario, la ampliación de la Corte en ningún momento fue evaluada como alternativa real aunque eso no quita que no hayan existido algunas conversaciones concretas en Balcarce 50. En una de ellas, por ejemplo, se mencionó el artículo de la revista Pensamiento Penal que firmó Pedro Pugliese y que se titula «Hacia una nueva Corte Suprema de Justicia de la Nación». El texto se remonta al debate legislativo en el cual se decidió la reducción a cinco ministros y recuerda los pronunciamientos de la oposición y de ONG influyentes en el ámbito judicial: desde ambos sectores se abogaba por una Corte de siete miembros como un intermedio entre los nueve que signaron la administración de Carlos Menem y el hecho de que cinco podrían acortar los márgenes del debate en el máximo tribunal. Las notas al pie de página de ese artículo son el mapa que el oficialismo podría haber utilizado en la búsqueda de apoyos para la ampliación que debería haberse discutido en el Congreso.

«Lo de la reducción a cinco habría que ver por qué se hace. ¿Qué van a hacer? ¿Jugar al juego de las sillas?», se quejaba a fines de 2006 el lugarteniente de Elisa Carrió en el Congreso, Eduardo Macaluse. En ese entonces el ARI se inclinaba por una Corte de siete.

El texto aporta además el dato de que ninguna Corte provincial tiene una conformación de cinco miembros. Todas comienzan en siete, que vendría a ser una suerte de número mágico si se consideran los estudios más recientes de derecho comparado referidos a las Cortes en los países de América Latina. El artículo, escrito tiempo atrás, es de una vigencia absoluta ya desde la cita que sirve como introducción: «Todos los jueces son políticos, lo sepan o no. Son como los cangrejos, que son crustáceos aunque no lo sepan» (Enrique Petracchi).

Argumentos que permanecerán en la sombras mientras el oficialismo atraviesa una situación de tensión subterránea con la Corte. El acuerdo del martes pasado confirmó diversas percepciones. El tribunal tomó dos casos de derecho a la información que había impulsado Ricardo Gil Lavedra y los dio por válidos. Le levantó el handicap a un candidato al tribunal que tiene apoyos variados en la oposición y, de paso, preparó el terreno para tratar el expediente referido a la publicidad del contrato de YPF con Chevron. El acceso a la información se está confirmando como un derecho absoluto. El planteo por ese contrato -formulado por el senador Rubén Giustiniani- está en la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y en breve llegará hasta el cuarto piso para su tratamiento.

Como suele suceder, en la Corte lo esperan con gestos de calculado desinterés. Allí señalan otros asuntos de mayor peso como la probable judicialización de las leyes de abastecimiento, las nuevas reyertas de Clarín con la AFSCA, los expedientes previsionales, los planteos de Córdoba por la coparticipación federal y las causas vinculadas a las retenciones de sectores estratégicos para el modelo económico actual que precisa, ahora más que nunca, de buenos indicadores en materia de recaudación.

El fallo «Camaronera», de este mismo año, aparece como una señal inquietante en el horizonte por su efecto sobre los códigos aduaneros.

Temas de alta densidad que van en paralelo a la tesis de sectores del oficialismo que imaginan a Lorenzetti en un virtual desembarco en la arena de la política. El propio Carlos Kunkel ya ha sostenido que el justice debería ser candidato. En realidad, entienden en el cuarto piso, de la calle Talcahuano, ese salto hacia la política agonal es, además de un pronóstico nunca confirmado, una secreta aspiración del kirchnerismo, que querría ver a Lorenzetti como candidato, compitiendo contra los animadores tradicionales, especialmente en la dura política santafesina, donde el año próximo se votará por la gobernación.

Fuente: texto e imagen publicados por Ámbito Financiero (17/10/2014)