201411.12
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Prisión perpetua en el primer juicio por violencia de género en la Capital

Maximiliano Giujusa, un colectivero de 38 años, fue condenado por asesinar de 43 puñaladas a su pareja, en Villa Luro; dos jueces coincidieron en que lo hizo con «alevosía»

fallo 2Un colectivero fue condenado ayer a prisión perpetua por haber asesinado de 43 puñaladas a su pareja, el año pasado, en Villa Luro, en el primer proceso en el que se evaluó la «violencia de género» como agravante de un homicidio cometido en la Capital.

En un fallo por mayoría, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 26 le atribuyó a Maximiliano Giujusa, de 38 años, el «homicidio doblemente calificado por convivencia con la víctima y alevosía» de Andrea Soledad Melo, de 34.

«Estoy conforme porque mi hija ahora puede descansar en paz y por mis nietos que se quedaron sin mamá», dijo Rosana Caamaño, madre de la mujer asesinada.

Los jueces Patricia Llerena y Eduardo Carlos Fernández coincidieron en que el colectivero la mató con «alevosía», mientras que su par Marta Yungano votó en disidencia y sólo concordó en que fue por la «convivencia con la víctima».

El abogado de los padres, Facundo Bazano, del Programa de Asistencia y Patrocinio Gratuito de la Defensoría General de la Nación, indicó que «si lo condenaban por violencia de género hubiese sido un ejemplo para toda la sociedad».

No obstante, para una evaluación más profunda de esta decisión, dijo que esperará leer los fundamentos del fallo, que estarán disponibles el próximo lunes.

Es que a raíz de la ley 26.791, vigente desde el 14 de diciembre de 2012, se incorporó el inciso 11 al artículo 80 del Código Penal, que establece la pena de prisión o reclusión perpetua para los homicidios de mujeres cometidos por un hombre, en el contexto de «violencia de género». Sin embargo, la reforma del Código Penal, denominada «del femicidio», también implicó que el inciso 1 de ese artículo sea ampliado, ya que sólo contemplaba para agravar el homicidio que víctima y victimario tenían que estar casados.

Con el nuevo articulado, «la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia» puede recibir la máxima pena, lo que finalmente ocurrió con Giujusa.

En la lectura del veredicto, el ahora condenado, quien camina con muletas por un problema en una de sus piernas, estuvo presente al lado de su abogado, vestido con un buzo blanco, pantalones de jean y zapatos negros.

Al escucharse la sentencia, los padres y familiares de Soledad comenzaron a llorar, por lo que uno de los jueces les pidió silencio.

«El abogado del asesino intentó ensuciar a mi hija, dijo que nosotros éramos los violentos, pero si eso hubiese sido así, él [por Giujusa] no estaba acá», señaló Jorge Melo.

Durante los alegatos, el defensor Horacio Paglia dijo que el chofer tuvo que actuar «en legítima defensa propia» debido a que «fue el agredido» y «debió matar a la mujer que amaba». Por su parte, el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente calificó al colectivero como «un vago» y «un asesino».

Fuente: texto publicado por La Nación (11/11/2014)