201503.03
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Se inaugura el año judicial

LorenzettiEste mediodía, durante la inauguración del año judicial, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti , hará una fuerte defensa de la independencia de la Justicia. Según deslizan en Tribunales, reclamará que los poderes políticos y los grupos de presión respeten la independencia de la Justicia y, también, la de los demás poderes. Es lo que exige todos los años frente a cientos de jueces federales y nacionales, embajadores y otros invitados especiales.

Pero en esta ocasión cualquier palabra que pronuncie en ese sentido tendrá un peso específico muy particular: el domingo, durante la Asamblea Legislativa, Lorenzetti se convirtió en el principal destinatario de las críticas de la presidenta Cristina Kirchner, que también acusó a los jueces de integrar un Partido Judicial al margen de la Constitución.

Sin embargo, algo es seguro: Lorenzetti recurrirá a su habitual estilo moderado y calmo para que sus dichos no suenen, en absoluto, como una respuesta a la Presidenta.

Quienes lo conocen anticiparon que el magistrado puede hacer hincapié en la unidad del Poder Judicial, en la necesidad de respetar la estabilidad de los jueces -cuyos cargos superan el período de cualquier presidente- y también puede dar varios mensajes hacia adentro, sabiendo que los jueces estarán atentos y muy sensibles a cada una de sus palabras.

El juez supremo no estaría dispuesto a escalar en el nivel de confrontación sino que, por el contrario, intentará sobrevolar la crisis. «No hay que quedar atrapado en la coyuntura. En la Argentina hace falta mirar los problemas desde arriba, para apaciguarlos y superarlos», le escuchó decir la semana pasada un juez a Lorenzetti.

El enfrentamiento de Cristina con la Justicia no es nuevo. Se profundizó hace dos años, luego de la disputa por la ley de medios, cuando la mandataria promovió las leyes de democratización de la Justicia. Pero la grieta entre los dos poderes del Estado se ahondó con la muerte de Alberto Nisman, con la denuncia que el fiscal fallecido planteó contra la Presidenta y con la marcha del 18-F, a la que el Gobierno calificó de destituyente: por eso, era previsible que Cristina Kirchner le dedicara fuertes párrafos a los jueces, como finalmente ocurrió.

En efecto, el domingo ante la Asamblea Legislativa la Presidenta no escatimó críticas: dijo que los jueces dictan medidas cautelares «delivery» y que integran un Partido Judicial que está al margen de la Constitución y de las leyes.

Pero, como se dijo, el principal objetivo de la ira presidencial fue el propio Lorenzetti, quien, estando sentado en el palco que albergaba a los invitados de honor, recibió reproches por temas, incluso, con los que él no tiene relación alguna.

Así, la Presidenta se quejó porque la Corte nunca se expidió sobre el caso de la Embajada de Israel, algo que sí hizo el tribunal en 1999, durante su anterior integración, cuando responsabilizó por el atentado a integrantes del Hezbollah.

Y algo parecido ocurrió cuando Cristina le reprochó el atraso por el juicio oral del caso AMIA 2, donde se investiga el encubrimiento de la investigación durante el gobierno de Carlos Menem: Cristina no sabía que la Cámara de Casación ya conformó el tribunal oral para llevar adelante el juicio y asignó una sala de audiencias.

Con el correr de los minutos, los gestos de Lorenzetti acusaron recibo de lo que escuchaba. Pero aún cuando se haya podido sentir extrañado por críticas que no le correspondía recibir, es probable que hoy se refugie en su estilo mesurado.

Ayer, todo el entorno del juez supremo guardaba reserva absoluta sobre los trazos centrales del discurso. Pero varios de los jueces que hoy concurrirán a escucharlo también evaluaban que Lorenzetti evitaría profundizar un enfrentamiento que conviene superar.

Fuente: texto e imagen publicados por LaNación.com (3/3/2015)

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