201411.20
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Propone el Gobierno tolerancia cero al alcohol en los conductores

Si avanza una iniciativa que impulsa el Gobierno, podría llegar la hora de la tolerancia cero para el alcohol en rutas y vías rápidas del país. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, defendió ayer en el Senado el proyecto de ley de reforma de la normativa de tránsito vigente, que fija una tolerancia de 0,5 gramos de alcohol en sangre para conductores de autos particulares, y de 0,2 para motociclistas.

LaNacionEl nuevo proyecto obtuvo dictamen favorable en distintas comisiones y la iniciativa podría tratarse en el recinto después del 10 de diciembre próximo, según pudo saber LA NACION.

El borrador de la ley amplía la prohibición total del consumo de alcohol previo a automovilistas particulares y conductores de motos y ciclomotores, tal como rige hoy para profesionales del transporte. «El objetivo es salvar vidas. Con esta modificación a la ley de tránsito, reduciendo de 0,5 a 0 la tolerancia en la alcoholemia, queremos que el que haya tomado alcohol no pueda manejar», dijo Randazzo, impulsor del proyecto. «Está comprobado que la mínima ingesta de alcohol triplica el riesgo de sufrir un siniestro vial», sostuvo.

El funcionario expuso ayer ante el plenario de las comisiones de Infraestructura, Vivienda y Transporte, de Justicia y Asuntos Penales y de Presupuesto y Hacienda de la cámara alta. Acompañado por familiares de víctimas de siniestros viales, Randazzo advirtió que los accidentes de tránsito ocupan «el tercer lugar entre los motivos de ingreso por guardia en hospitales y que en el 23% de los pacientes ingresados por ese motivo hay una incidencia directa del consumo de alcohol».

El proyecto tiene como objetivo proteger a los más jóvenes, ya que, según estadísticas oficiales, protagonizan los accidentes viales más graves. En relación con los casos de alcoholemia positiva detectados durante 2013, el 80% de los accidentados tenía entre 18 y 44 años y apenas el 20% fueron mayores de 45 años.

Una vez aprobada la modificación, la ley regirá sobre las rutas nacionales. En la medida en que municipios y provincias adhieran a la normativa federal, la prohibición se extenderá al resto de las rutas.

Randazzo comentó: «Cuando desagregamos el dato de controles de alcoholemia positivos por tipo de vehículo observamos que el 78% se dio en automóviles, el 15% en motocicletas, 4% en pickups y sólo un 1% en ómnibus y en camiones».

Para Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), esta iniciativa no es aplicable. «Aparentemente está de moda declamar «alcohol cero» al conducir un vehículo. El problema es que quienes proponen las leyes se informan poco sobre el tema que buscan legislar. Imponer esta iniciativa es inviable dada la imposibilidad técnica de legislar el cero absoluto, tal como sucede en Chile, Uruguay, Brasil o Colombia», explicó Pons.

Agregó: «Para medir el grado de alcohol en sangre se necesita un aparato llamado etilómetro. Como cualquier instrumento de medición, el etilómetro tiene su margen de error, por lo que la posibilidad de hablar de cero absoluto desaparece. Además, hay distintas circunstancias que hacen que una persona pueda arrojar una mínima presencia de alcohol en sangre sin haber bebido una sola gota de alcohol, como aquellos que tuvieron un ayuno prolongado o los que están tomando cierto tipo de medicamentos».

El proyecto da el poder de policía a la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Además, incluye en la categoría de vehículo automotor los triciclos motorizados y cuatriciclos, fija la pena de arresto para quienes protagonicen «picadas», establece controles de velocidad promedio sobre tramos de ruta y fija las edades mínimas para conducir: 21 años para las clases de licencias C, D y E (profesionales de carga o transporte de pasajeros); 17, para autos particulares, y 16, para ciclomotores sin pasajeros.

UN COLECTIVERO DEBERÁ PAGAR

Un chofer de colectivos deberá compensar al gobierno porteño, que debió pagarle el sueldo a una docente que estuvo 33 días sin trabajar, por las lesiones que sufrió cuando viajaba a su trabajo en el vehículo que manejaba el sancionado. El juez Martín Furchi condenó a Julio Ramón Ybañez, chofer de la línea 92, a resarcir a la administración de la ciudad con 1533 pesos, más intereses, en concepto de «recuperación de los haberes abonados» a la docente accidentada en el año 2002, cuando viajaba a la escuela N° 14 y, por una mala maniobra, «golpeó contra una baranda».

Fuente: texto y foto publicados por La Nación (20/11/2014)